top of page
Resumen
- ¿Cómo te atreves a escribir sobre la diosa luna? ¿Acaso quieres caer en sus garras? No sabes lo despiadada que es – me increpó Juan Yadeun, mientras cerraba el libro borrador que le había entregado. Sentí que mis peores presentimientos se cumplían. Arturo carraspeó y, con una leve sonrisa, exclamó con su diplomático acento: - A mí me parece que es un reconocimiento, una ofrenda a la diosa luna. Si alguien conocía el temperamento y las pasiones de Juan Yadeun en Ocosingo era precisamente Arturo. Por eso, cuando Alejandra le confió sus temores sobre cómo abordarlo, él se ofreció sin titubear.
bottom of page